Aproximadamente 4.840.000 de espectadores siguieron de principio a fin el programa que, sin duda, destacó por el polémico abandono de Ruimán, el concursante invidente que después de cantar dejó nos dejo en shock tras confesar que quería abandonar el talent show por su propio pie.
Tanto el presentador como los cuatro coaches se quedaron sin voz, pudiendo haber dicho algo así como "cosas del directo".
La gala continuó pese a la anormalidad, alcanzando el minuto más visto de la jornada a las 22:59 horas de la noche, con nada más y nada menos que 6.365.000 de personas tras sus televisores.
